Grandiosa obra de ingeniería y arquitectura, digna de admiración; es el sistema de acueductos romano, que se encargaba de abastecer las ciudades más importantes del antiguo imperio. Se piensa que las construcciones se levantaron a principios del siglo I D.C. hasta principios del siglo II, pero respecto a su cronología de construcción no existe una unidad de criterios.
El sifón se entiende como un tubo que transporta un líquido desde un nivel hasta otro, por lo tanto el líquido asciende por una bomba o por otra fuerza dando paso a que la presión atmosférica de la superficie del estanque originario mantiene el líquido en movimiento. Esto se puede observar claramente por ejemplo, cuando introducimos un tubo en él deposito de la gasolina de un carro y aspiramos por el otro extremo y volcamos rápidamente el tubo en otro recipiente el cual se encuentra más bajo que la superficie del líquido de la gasolina, entonces la gasolina fluirá.
La estructura romana se denomina entonces, sifón invertido, en donde el líquido tiene por lo tanto un recorrido similar a una U, pero en el acueducto había que tener en cuenta las pérdidas de altura que sufría el líquido al pasar por la tubería debido a la fricción. Por lo tanto, el extremo receptor era un poco más bajo que el extremo de arranque.
1. ACUEDUCTO DE SEGOVIA, posee una longitud de 728 m y una altura máxima de 28.50 m, a los que se le añaden 6m de cimientos en el tramo principal. Construido con arcos de medio punto, en dos ordenes de arquería.
Estos sifones, al parecer, fueron construidos en las afueras de Roma, en especial en Francia, estos sifones llevarian una presion considerable en sus tuberías.
En 1875, el ingeniero francés Eugène Belgrand, ensayó unas réplicas de las tuberías y encontró que resistían hasta 18 atmósferas. Este sifón habría sido capaz de reemplazar más de tres puentes de Gard.
2. DEPÓSITO Y RAMPA, señalaban el arranque del sifón en el acueducto de Gier, uno de los cuatro que servían el Lugdunnum romano (la moderna Lyon) El depósito distribuía el agua, que llegaba a través de un canal abierto hasta el final, en nueve tuberías pequeñas de plomo.
3. Se preparaban las tuberías del sifón, curvando una hoja de plomo alrededor de un núcleo de madera. El núcleo se retiraba; la junta, en la parte superior, se martillaba o soldaba para producir un cierre hermético, tal como se ilustra, la sección de la tubería era oval o periforme.
Al parecer las tuberías se construían aproximadamente de 3 m y su diámetro estaba entre 25 y 27 cm. Estas bajaban por una rampa hasta el suelo en donde se enterraban un metro de profundidad para protegerlas del sol. Luego se extendían por un puente bajo para aplanar un poco la base U del sifón, amortiguando así la caída del agua. Posteriormente estas volvían a subir hasta otro depósito situado un poco más bajo debido a las pérdidas de fricción. Esta diferencia es denominada gradiente hidráulico.
Los cuatro acueductos que abastecían a Lyon estaban dotados de varios sifones; entre ellos se encuentran Mont de´Or, Gier, Craponne y Brevenne. Hasta los acueductos cortos, con saltos de agua moderados, podían requerir varios sifones; este número de sifones lo daba el número de valles profundos que el acueducto debía pasar. Con un salto de agua de 90 metros, el acueducto de Mont d´Or contó con dos sifones; cuatro necesitó el acueducto de Gier, de pendiente suave aunque su salto total cubría 110 metros. Craponne tenía un salto de agua brusco de 420 metros y dos sifones, uno de ellos de magnitud impresionante. El acueducto de Brevenne se deslizaba entre cascadas y planicies, y aunque caía 350 metros, sólo necesitó un sifón.
El volumen de agua repartida por los cuatro acueductos de Lyon, se estima en 80.000 metros cúbicos diarios, mientras el sistema de puente que servía a Roma aportaba entre 700.000 y 1.000.000 de metros cúbicos diarios. Hay que tener en cuenta que estas cifras son exageradas para los sistemas actuales, pero esto es debido a que en los sistemas antiguos no se tenían sistemas de grifos y el agua corría libremente, el flujo mantenía constantemente las alcantarillas permanentemente llenas.
4. SIFÓN ROMANO, a. El sifón invertido hace el recorrido en U, la fuerza del agua adquiría un valor importante en el codo, por lo cual los romanos reforzaban en ese punto las tuberías y lo empotraban, el puente amortiguaba la caída del agua desde el depósito de distribución. El depósito receptor era más bajo que la cabecera, debido a la resistencia (fricción), que oponían las tuberías. b. El sifón de Beaunant, del sistema de Gier, muestra la escala y gradientes reales.
Tomado de:
Alejandra Mesa Velásquez
Ver el articulo completo en: http://fluidos.eia.edu.co/hidraulica/articuloses/historia/roma/roma.html
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